EDUCACIÓN PLATÓNICA, ¡NO AMOR!
- gonzalojesuscasano
- 3 jul 2024
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Actualizado: 4 jul 2024
EDUCACIÓN PLATÓNICA, ¡NO AMOR!
Todo comenzó justo en el principio de la malhadada pandemia de la Covid-19 (que Dios no tenga en su gloria, ni guarde ni un año, ni una hora, ni un segundo …). Un amigo me envió por correo electrónico la reseña de un artículo (jugoso, por supuesto) de Antonio Muñoz Molina, en la que se describía la situación de nuestro sistema educativo como de sometimiento a la tiranía de comisario políticos y psicopedagogos.
La rotunda afirmación /acusación me sacudió de pies a cabeza, y me dejo ésta en “tormenta de ideas”, como se dice hoy en lenguaje guay, o con el coco caliente, como decimos en castizo, tanto como un alto horno.
El caso es que durante el mandato del PSOE-Andalucía, por concretar, han circulado las expresiones “aprobados de despacho” y “títulos regalados”, con alto componente crítico, en el ámbito político más que en el de la enseñanza.
Ante todo esto el abajo firmante se dedicó a conformar una hipótesis (afición predilecta para él) que diera cuenta de este “cargo”, y que paso a exponerles. Lo “delicado” es que ese conjeturar lo realicé, posiblemente por las infaustas condiciones ambientales/médicas, con el traje de “poli malo”; bueno, más bien mefistofélico, y desprovisto de cualquier emoción caritativa para con los prójimos. Quedan avisados Vds.
“Aprender es recordar”, es quizás la opinión más famosa de Platón. Algún avispado habría inferido de ello que el proceso de adquirir conocimiento habría de ser, en consecuencia, sencillo, facilito, coser y cantar: nada de constancia, empeño, jarabe de codos, vencimiento de dificultades y demás. Habría de ser algo suave y asequible; ¿por qué tantos suspensos pues, tanto fracaso escolar? Pues los “muy al día” políticos habrían determinado que la causa es que muchos maestros & profesores mantienen unas teorías pedagógicas periclitadas, más antiguas que el cuplé, y se empeñan, erre que erre, en la excesiva memorización y las clases magisteriales.
La nueva pedagogía, más psicología, más sociología, habría desvelado ese nefasto principio de partida de esa trasnochada teoría: el aprendizaje es esfuerzo. La consecuencia habría sido los famosos aprobados de despacho, porque en el aula el profe, que vive en los tiempos de Maricastaña cuando hablaban las calabazas, no los concede así como así. Por mor de modernidad, y de ésta a lo último ultimísimo, se habrían corregido múltiples yerros de tal tipo enseñantes, concediendo en despachos de inspectores y Delegado el justo y merecido aprobado.
Tales actos, y profundos rechazos a las decisiones de muchos educadores, necesitaban ¡desde luego!, de una nueva teoría sobre la educación, que en verdad constituye toda una Cosmovisión, que se construye sobre postulados “científicos”.
Postulado 1. La Pedagogía es la Reina de las ciencias, y todas ellas deben estarle subordinadas, o mejor, sometidas. Philosophia ancilla Theologiae, dice los libros de Historia; pues bien, ahora la Pedagogía ocupa el excelso puesto de la teología, y en lugar de filosofía, tenemos ¡todos los saberes!, absolutamente todos. Lo que dice la pedagogía va a misa, o mejor dicho a las actas de evaluación, y a los registros de aprobados.
Postulado 2. Toda acción, medida, documento, proposición, calificación etc. que vaya contra la supremacía de la Pedagogía será objeto de rechazo, como falso, erróneo y anatema. Los medios para suprimirlos no serán el potro, o la hoguera, sino apercibimientos, expedientes, pérdida del destino asignado, de la jefatura de departamento, de complementos económicos etc. etc. Castigos leves en el fondo, para el felón que repudia la monarquía absoluta de la pedagogía.
Pues sí, esto es de “poli malo” hasta la médula. Y continuando, aplicamos, como el doctor House y todo físico que se considere digno de tal apelativo, la norma de Mr. Ockham: la explicación más simple es la correcta, ¿y cuál es ella por ventura? Pues que los políticos pretenden evitar el fracaso escolar, para tener muy felices (y perdices) a los padres de alumnos, y obtener así sus votos: el objetivo es mantener sus cargos, y por tanto emolumentos. No puede haber inferencia más sencilla de obtener.
La “tesis” implica, evidentemente, que no ha sido la Pedagogía (+psicología+sociología …) la que he perpetrado el Asalto al poder, y así conseguir gigantescas prebendas para sus practicantes. No, en absoluto, tal disciplina ha sido el medio, la herramienta hábilmente esgrimida por los hombres públicos para “comprar” los votos de los ciudadanos: si me votas, tu hijo obtendrá el título de ESO o de Bachiller. Una explicación muy “económica” en medios desde luego, pero ¿cierta?
Así pues ¿cómo se opera (no es cirugía)? Pues si el interfecto, i.e. el maestro o profesor ha suspendido más de la cuenta (la que llevan Inspección y Delegación) el expertísimo en teoría educativa (¡su fallo es inapelable!) encontrará algún error en la redacción de la programación, u omisión en los criterios de evaluación, o defecto formal en la expresión de los elementos interdisciplinares o transversales, o en los componentes de la recuperación, inadecuación de los diseños curriculares, ignorancia de los elementos motivacionales, confusión en las actividades de refuerzo, equivocaciones en la especificación de las competencias, ausencia de reglas hermenéuticas y heurísticas …, algo se hallará que invalide la calificación dada por enseñante, i.e. el suspenso; éste se transmutará en aprobado, en contento de los progenitores, y en votos para el Partido “salvador”.
Ya que hemos llegado hasta aquí, ¡quedémonos! Desplazándonos hacia lo más típico de la teoría de la ciencia habremos de ratificar que la pedagogía (y las otras ciencias sociales sin duda) no es falsable, como diría nuestro viejo amigo Popper. Esto significa algo intrínsecamente vinculado a la no-facultad de ofrecer predicciones, i.e. la teoría no es capaz de ”prohibir” la existencia de ningún tipo específico de posibles eventos, los cuales, si acontecieran, la refutarían; en consecuencia sus asertos (¿principios primeros?) resultarían vacíos: si no declaras nada, esta nada no puede afirmar que yerras.
Es más, tampoco esta disciplina cumple los requisitos para ser considerada un paradigma científico, de otro viejo conocido nuestro, Thomas S. Kuhn, esto es, un constructo teórico omniexplicativo de un área de la realidad material. De modo que mejor centrarnos en lo de “social” y olvidar lo de “ciencia”.
Como es requetesabido, no desde siempre pero casi, tampoco filosofía y teología son ciencias “duras”, empíricas, físico-matemáticas, ¡ni falta que les hace!, porque su Reino, aunque sí de este mundo, no es coextensivo con el de la ciencia moderna. Juegan en otro estadio, en otra Liga, y les va bien en ella, sin tener que emular a la física, química, biología y demás: ellas hablan de “otras cosas”.
La piedra de toque una hipótesis científica es la Naturaleza, esto es, ajustarse, concordar con los fenómenos que tienen lugar en ella. Si no es así, ¡fuera! Pero en Carpetovetonia, y en especial en el ecosistema del PSOE-Andalucía, esa piedra de toque, ese juicio sobre verdad/corrección o no, lo emite no la Naturaleza, sino la Sociedad, más concretamente el Poder político. Éste sanciona qué es saber estricto, ciencia, y qué no lo es; además también “sanciona” a los que no aceptan tal disposición, que es imposición al saber y a los propios datos empíricos, que ahora son secundarios, frente al Poder. Así que la Verdad (conocimiento) es determinado por la colectividad, más específicamente por los Partidos elegidos por ésta.
La cinemática de Galileo, posiblemente la primera ciencia experimental moderna (con permiso de Arquímedes) se basa en tres principios: 1.Definición de movimiento uniforme 2.Definición de movimiento acelerado 3.Trayectoria de proyectiles.
La dinámica (ya con fuerzas) de Newton en otros tres: 1.Inercia 2.F=m.a 3.Acción y reacción.
Darwin emplea dos: 1.Mutaciones al azar, que generan variaciones en los seres individuales 2. Selección natural sobre esas variaciones, que causan la evolución.
En Einstein encontramos otros dos: 1.Las leyes de la física son las mismas en todos los sistemas inerciales 2.La velocidad de la luz es una constante universal.
La mecánica cuántica cuenta con cuatro postulados, un tanto complejos para enunciarlos aquí.
¿Cuáles son los primeros principios de la pedagogía? Pues no los tiene, ni tampoco la psicología, ni la sociología, ni ninguna de las ciencias sociales. Tales principios, leyes o axiomas, son privativos de las ciencias experimentales modernas, cuya esencia es la matematización. Desde luego la “marca” (como la de El Zorro) de esas disciplinas es la derivación de consecuencias a partir de esos principios, que son contrastados contra las observaciones en la Naturaleza. Capacidad de realizar predicciones es lo que distingue la ciencia, en sentido estricto: demuestra su corrección, al acomodarse a la realidad externa, y además … ¡ello conlleva un montonazo de aplicaciones prácticas, sustanciosas para la economía del país?
¿Cómo una ciencia, la Pedagogía, que según estos patrones comunes no lo es, ha logrado encaramarse a lo más alto del escalafón, y convertirse en monarca? Ya hemos determinado que no ha sido ella, sino el Poder, que busca perpetuarse, el que ha ejecutado toda la operación. No, no se ha decidido la preponderancia de la disciplina educativa (como Última) en un duelo epistemológico entre saberes, sino por un Fiat de los gobiernos: lo digo Yo, porque Mando, y quien se me enfrente ¡a la hoguera!, o en estos lares y épocas ¡al paro!
Conjetura de poli malo desde luego, de las que siguen a Maquiavelo, quien tiene muchos seguidores en Carpetovetonia, ¡aunque el abajo firmante no es, en absoluto, uno de ellos!