EL SALVAJE SAM … JUSTIFICADO
- gonzalojesuscasano
- 31 ene
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 14 feb
EL SALVAJE SAM … JUSTIFICADO
En el final de Duelo en la Alta Sierra Steve Judd, representante (impecable) de la Ley, se deja caer lentamente en el suelo, con las espléndidas imágenes de la Sierra del título al fondo …, en la muerte: los malos le han cosido a tiros en el cumplimiento de su deber. Esto último ha sido la regla de su existencia, su definición como hombre.
Joel McCrea se quedó inmóvil al terminar esa escena, aguardando, algo inquieto, la reacción/juicio de su joven director: ¿habré metido la pata?, ¿quizás exagerado?, ¿poco convincente?, ¿tendré que volver a rodarlo? Tras larga dilación el Salvaje Sam (aún no lo era del todo) se le aproximó y le lanzó: lo has clavado.
La hermana de Sam, al ver ese vibrante momento, salió llorando de la sala de cine: Judd es su padre. Éste solía repetir a menudo: sólo quiero entrar en mi casa justificado; una referencia bíblica que resuena asimismo con Judd/McCrea.
Denver Peckinpah, hermano de nuestro realizador era calificado como “el juez de la horca”, por la dureza de sus sentencias; temido, pero respetado por sus pares, e impares. Denver Church, abuelo materno fue abogado y miembro de la Cámara de Representantes. Por su foto en Wikipedia parece un tipo que no se anda con chiquitas ante sinvergüenzas, chorizos y cantamañanas; mirada dura de puritano de Nueva Inglaterra, y/o de inflexible pilar de la moralidad. ¡Hum!, significativos estos elementos familiares en los largometrajes de nuestro Sam, en los guiones, y en las interpretaciones; sus obras son mucho más que ballets de violencia a cámara lenta, mucho más …
¡Justificado!