JOHN FORD, ¿FASCISTA O ANTIMILITARISTA?
- gonzalojesuscasano
- 22 ago 2023
- 4 Min. de lectura
JOHN FORD, ¿FASCISTA O ANTIMILITARISTA?
Hace unos días leí en la prensa que iban a poner en la tele Fort Apache, y la describían como una cinta profundamente antimilitarista … ?! (aquí emoticono de sorpresa, perplejidad, asombro). Si Vds. lo afirman, expertos, será verdad, supongo. Ciertamente Henry Fonda es un ordenancista, rigorista en extremo con la normas y disciplina militar, que lleva hasta el extremo en aquel puesto avanzado, lejos del mundanal ruido; resulta cargantes, un grano (ya saben en que parte de la anatomía humana), con tanta código militar, en unas circunstancias de enfrentamiento que requieren intuición e iniciativas novedosas, debido al peculiar rival. Sí, todo eso, Henry Fonda puede parecer incluso el Malo, pero al final se redime, como los mártires, y muere como un héroe; ha metido la pata hasta el fondo, al subestimar la capacidad marcial de Jerónimo y Cía., y lo paga caro; lamentablemente causando el mismo precio, el pellejo, a un buen montón de sus subordinados.
De acuerdo, Fonda no es un modelo de conducta; pero es el único pintado así entre todos los militares del largometraje. En éste el Ejército yanqui es la leche, no lo mejor, sino lo diez veces mejor; disciplinados, corajudos, llenos de energía, profesionales …, no tienen iguales en el mundo, y son miembros del mejor Estados posible, USA. Prácticamente todos tan heroicos como John Wayne, ¡qué más se puede pedir! Como prueba de mi tesis aduzco la escena final, con Wayne ya al mando del batallón, y el emocionado recuerdo de Fonda, como héroe abatido y ejemplo para la tropa. ¿se puede pedir más patriotismo, y alabanza de las Fuerzas Armadas de EE.UU.?
¡Pero si Fort Apache es la primera de la Trilogía de la Caballería! Ésta es pintada como 100% formidable, guay, lo mejor a que puede aspirar un joven norteamericano para hacer algo de provecho en la vida. Cuando yo las veía de chaval, con mucho agrado porque había muchos tiros y cabalgadas, ya me resultaban un poco empachantes, con tanta loa a los soldados a caballo, a Ford se le veía demasiado el plumero.
De todos modos soy consciente que críticos e historiadores son muy capaces de “leer” entre líneas, o debajo del producto artísticos, de cualquier género. Se puede ir al subtexto implícito pero no expreso, latente pero no patente, preconsciente pero no en la superficie; ir más allá de lo que se muestra en la obra, del “fenómeno”, para llegar a la realidad en sí misma, el Mensaje, captable para los ojos y oídos atentos. Entiendo que éstos serán los del sagaz crítico/experto.
Marchando por esta senda (que no la mía) se podría aseverar que El Hombre Tranquilo es anti-irlandesa, porque ese país es muy pobre (comparado con Inglaterra), y sus habitantes dogmáticamente católicos, obtusos en seguir rancias tradiciones, e incapaces de progresar con la Modernidad. Pues sí, puedes “interpretar” así es la obra, si estiras suficientemente el chicle analítico. Yo voy a lo más directo, que se ve y palpa, y proclamo que aquí Ford compone un poema de amor a la Irlanda de sus ancestros, a la sencillez y honestidad de sus gentes, y a sus mujeres pelirrojas (o morenas, o rubias). Película lírica, emotiva, que te pega un pellizco en el corazón, aunque no seas celta. Para mí eso es lo que se “ve” en la superficie, y lo que hay en el fondo, sin más análisis, innecesarios creo.
Ahondando en el tema, y en la herida de algunos, la Trilogía de la Caballería es el motivo principal por el que muchos críticos del momento tildaron a Ford de fascista; ¿y ahora resulta que es anti-militarista? Sí es cierto que Ford rodaba en la Guerra Fría, y estos productos son patrioteros, sin duda, lo pensaba de chaval, y lo pienso hoy; y considero improcedente intentar darle la vuelta a la tortilla ideológica/interpretativa. Incluso soy a ser osado, y poniéndome la vestimenta de Popper proclamar que es un Hecho (i.e. proposición amplísimamente corroborada contra los datos observacionales) que For Apache defiende las Hazañas Bélicas y que la Gloria acompaña a los soldados, sobre todo a los estadounidenses.
Dicho esto en Fort Apache Ford está en plena montaje, planos panorámicos que son como pinturas, adecuados ángulos y posición de la cámara, buen trabajo con los actores, buen ritmo con el montaje …, lo esperado de uno de los maestros. Desde mi punto de vista esto es lo válido para juzgar los resultados artísticos, la forma, la técnica, la estética, no el ideario socio-político. Leni Riefenstahl era nazi, Eisenstein era estalinista, y fueron soberbios cineastas, y así hay que evaluarlos al escribir los libros de Arte. Incidentalmente, no creo que Ford fuera fascista, sino un patriota, quizás exagerado debido a la época en que tuvo que vivir y bregar, americano e irlandés.
Una vez más aprovecho para referirme a No eran Imprescindibles. Siempre cuento que leí, hace muchos años, antes de verla, que para algunos especialistas era la mejor de Ford. ¿Cómo?, ¿y los Centauros? Algunas fechas más tarde puede verla por fin, y comprendí tal enunciado, atrevido en primera instancia; hoy, yo mismo me montaría en esa carreta (interpretativa del arte) y marcharía en caravana no hacia el Lejano Oeste, sino hacia las lejanas islas del Pacífico, invadidas por los nipones. Aquí Ford no ofrece claroscuro, expresionismo alemán, Lang, Caravaggio, fotografía bellísima, planos dignos del mejor pintor, gran intensidad en los actores etc.; un deleite para los ojos. Y desde luego que es una película descaradamente propagandística, de EE.UU. y sobre todo de sus Fuerzas Armadas, que aquí no van a caballo, sino en las lanchas torpederas (como la PT-109 del joven y harvardiano alférez John Fitzgerald Kennedy).
Puede que ello se tolerara, porque era en 1.946, y los EE.UU. venían directamente de una guerra contra los fascistas, y eran aliados de la URSS. Quizás, es una pura conjetura, ese pro-militarismo yanqui ya no igualmente aceptable durante la Guerra Fría, porque EE.UU. era rival de la URSS (y China), y ésta era apoyada por una gran parte de la crítica especializada, que era de izquierda posmoderna. En fin, cine, arete, política, ideología …, si los mezclas el cóctel va a tener mal sabor, y te dejará garganta rasposa.