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LA GRAN COALICIÓN, BIPARTIDISMO, CUANTOSFERA

  • gonzalojesuscasano
  • 16 mar
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 25 mar

LA GRAN COALICIÓN, BIPARTIDISMO, CUANTOSFERA

Acabo de leer el artículo de Estefanía Molina sobre la Gran Coalición & Bipartidismo, y para decirlo en dos palabras, me encuentro estupe-facto. La periodista asegura que los socios tanto de Sánchez como de Feijóo consideran los intereses de España “los que les convengan” en cada elección. ¡Vaya!, ¿y los dos grandes líderes no actúan de igual manera?, ¿es que son modelo de ética, y de altruismo? No encuentro diferencia entre Unos y Otros en nuestra política, de modo que no doy a PP y PSOE más crédito moral que a los demás.

Todo lo que sigue, como es costumbre, sigue la ley parsimoniae de Ockham: la explicación más sencilla es la correcta, porque “ervidentemente” yo no estoy dentro del coco de todos estos individuos. Pero el tema es este principio funciona magníficamente en la metodología de las ciencias, y al doctor House.

Hace unos meses Muñoz Molina escribió en El País algo así como una apología de la cobardía, para (probablemente) defender a Pedro por su conducta nada corajuda cuando salió huyendo de una enfurecida multitud valenciana. A algunos (posiblemente muchos) nos pareció un artículo escrito por encargo. Me temo que éste de E. Molina tiene el mismo “aire”.

Ese comentario sobre los “socios” es directamente insultante, y además casi de no-retorno, porque descalifica a Yolanda & Ione (y Abascal desde luego), las considera arribistas y egoístas.

Afirmé el 23J, un tanto atrevidamente, que en ese día no se elegía entre dos idearios/sistemas políticoeconómicos, sino entre el ethos del trabajo y el derecho a la pereza. Fue expresado un poco como exabrupto, ¡pero no del todo!

Mi tesis era (y es) que ni lo votantes ni por los partidos buscan el Bien General, seguir la Voluntad General, sino alcanzar sus intereses; sí, una visión desesperanzada, que me duele, y desearía desechar ¡ay! Pero las observaciones empíricas no me permiten hacerlo.

Sigo pues, ni con el traje de poli malo, ni con la toga socrática, sino con la piel de lobo hobbesiano.

Estoy cada vez más convencido de que nuestro Presidente no busca el Bien Común, sino mantenerse en el Poder como sea; ello significa servir a sus intereses personales, a los de Begoña, Koldo, Ábalos, Albares, Aldama, Marichús etc. etc. Y asimismo a los de los miembros de las diversas organizaciones del PSOE; si añadimos a los que trabajan o dependen económicamente de tal partido, la lista puede ser de decenas de miles, o incluso más, ¡no sé! En cualquier caso muchas personas, muchos intereses ¡y mucho pasta! Eso es, por todos los indicios, el objetivo de nuestro jefe de Gobierno en su poder ejecutivo; y no creo que los Hunos se comporten de otra manera. Estoy acostumbrado, y Vds. lo mismo, a escuchar a los hijos de vecino eso de: todos lo políticos son iguales, esto es deshonestos. En tal circunstancia la conclusión es votar a los Tuyos, aunque sean corruptos, porque los Otros lo son igualmente, y además no te benefician.

El 24J muchos éramos firmes partidarios de una Gran Coalición, para evitar que nos gobiernen los extremistas. Pero muchos predijeron, con acierto que ello era imposible. Ahora me lo explico desde una perspectiva muy pesimista (buscando “simplicidad”); tanto Pedro como Alberto no buscan el Bien de España, sino manejar el cotarro; ser dueños del cortijo y todos sus rendimientos, para sacar la mayor tajada posible. Por eso no quieren gobernar juntos; a lo que aspiran es a controlar, codiciosamente, toda la riqueza (empezando por los impuestos) del Estado, sacarle todo el jugo, para los Suyos.

Y sus votantes (sigo en plan lupino) no quieren el Bien General, de la nación, sino el bien (interés) particular: de la profesión, del cargo, grupo, nivel cultural & educacional, estatus económico o social … Me temo que ésa es la deducción inevitable (lex parsimoniae) que derivamos, vistos los hechos.

Recuerdo perfectamente a Sánchez Pérez-Castejón manifestar en la tele (o en un vídeo en Internet): Vox y PP, son extrema derecha y derecha extrema, i.e.  no hay diferencia. Esto quiere decir que son de la Fachosfera, como todos los que no pertenecen al PSOE-Sánchez & socios. Ahora, como necesita los votos del PP, D. Pedro (a través de El País y Estefanía Molina) establece una diferente división de las Esferas (no las pitagóricas).

En este momento, de necesidad de los votos del PP, coloca a éste dentro de la esfera del bipartidismo, de la Gran Coalición. Ahora, por urgencia política, Núñez está dentro de la Feténesfera, y Movimiento Sumar & Podemos están fuera de la Sanchosfera, ¿dónde?, ¿quién sabe?, quizás en la Otrasfera.

Si Alberto da sus votos para el aumento en Defensa, habrá cumplido su función, y habrá pasado su momento. Y unas semanas después, cuando el PP rechace las paguitas, las cuantiosas ayudas a los desfavorecidos, los títulos casi regalados, las subvenciones excesivas, las okupaciones y demás, entonces retornará a la Fachosfera. Cinismo total, maquiavelismo absoluto sin duda; pero los Hotros tienen preparada la réplica: que los verdaderos cínicos son Amancio Ortega, Joan Roig, Rafael del Pino, que nos explotan a los currelas, y no quieren Repartir sus enormes fortunas.

Pues sí, parece que la política es la continuación de la guerra por otros medios; y ya se sabe, en ésta ¡vale todo!, empezando por lo maquiavélico, siguiendo por lo hipócrita, y terminando por lo inmoral. Al final siempre pierde el Regiomontano (el de Prusia), y su ética.

Y así seguiremos. Llamativo que el artículo, sin ruborizarse, comience refiriendo una contradicción de Sr. Contradictorio (otra muestra de lo merecido de su apelativo): en 2014 nuestro actual Presidente aseveró que el Ministerio de Defensa era innecesario. Ahora quiere transformarlo en esencial, y enorme. Como en la entrevista con Amanpour sigue teniendo problemas con las reglas de la lógica; mi conjetura sigue siendo que se mueve dentro de la lógica cuántica (¿Cuantosfera?): no sólo haya 1/0, sino asimismo indeterminado, indefinido. Nos topamos aquí con lo más granado de la ciencia experimental contemporánea, a saber, la superposición cuántica/El Gato de Erwin Schrödinger y el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg, ¡bravo!

¡Más madera! Los paisanos y vecinos leemos en los “papeles” que el programa educativo de nuestro Gobierno incorpora las matemáticas (et alii) de género. Me interrogo a mí mismo, pleno de perplejidad hamletiana (pobrecico este chico danés, de Dinamarca, que necesita acudir con premura al psicoanalista para que le cure el “Edipo”), ¿qué propiedades poseería una lógica de género? ¿Una que se apoyaría no en verdadero/falso, sino macho/hembra/indefinido, en la línea de 1/0/indeterminado quizás? Ciertamente suena muy “científico”, incertidumbre de Heisenberg; incluso principio de complementariedad de El Gran Danés (no, no es un perro, aunque así lo quisieron los nazis, por ser hebreo), no de ondas & partículas, sino de masculino/femenino. Ni que decir tiene que muchos individuos interpretarían ese complemento más en sentido de lecho, ya que estamos con extraños compañeros en él.

Y ya que la maquinaria (de atrevidas figuraciones, con toque surrealista)) se ha puesto en marcha, sigo, esperando que no se rompa. Contemplando los extraños camaradas de lecho de estas fechas, ante todo por el rearme, me lanzo a presentir que Sánchez y muchos muchos Otros políticos también son explicables por la teoría de otro grande de la física, Hugh Everett III. Veamos, estos “seres humanos” (evito “hombres” por obvias causas) públicos no sólo manifiestan signos de superposición “gatuna”, sino también de habitar en un universo paralelo, ¡qué Marvel! Uno en el cual no gobiernan las reglas de la lógica “clásica”; francamente yo no soy capaz de imaginar (empatizar) tal experiencia, porque para mí el caballo blanco de Santiago no puede ser {ni blanco/ni negro}, y existe sólo en este (¿pobre?) mundo. Aumenta mi zozobra al considerar que en ese otro cosmos, plausiblemente, tampoco regirán los preceptos de la ética, ¿o no existirá ésta? Ya ven, como de costumbre el que pierde es el bajito de La Montaña del Rey.

Puesto que me he sumergido en el piélago del no-Optimismo/Leibniz, tirando del hilo de este filósofo me atrevo a más … Con todo Esto nos ubicaríamos en un mundo (dentro del Multiverso) el cual no hay en absoluto una razón suficiente para (todo) lo que sucede. ¡O mejor (peor) dicho!, sí la hay: el amor a sí mismo, el egoísmo puro/duro/aquilatado. Y si para promocionar a Yo, preciso del Poder, pues haré y diré ¡lo que sea!, por causa (razón suficiente) de Yo, para Yo. No pocos filósofos rivales de Leibniz caminan por este sendero, respecto a la naturaleza innata de los Homines Sapientes; ¡deseo con toda mi energía que se hallan extraviado!

Es que incluso vendrían aquí a cuento los sofistas; sí, son más antiguos que Maricastaña, pero su énfasis en conseguir el Poder ¡por cualquier medio! resuena en estos ambientes. El nomos y no la physis, esto es la convención, con la misma etimología que conveniencia …, ¿y si el medio (palabra) es el mensaje? Evidentemente la conveniencia es la de Yo, el que busca el Poder político ante todo y sobre todo. Más pistas, otro de los ego-centrados, Maquiavelo, es muy citado en estos tiempos recios.

Me temo además que lo anterior se acomodaría (¡consecuencia lógica clásica!) asimismo a los periódicos, de manera que estaríamos rodeados presumiblemente de Cuantoprensa. Lo dejo ya, porque mi surrealismo ha alcanzado ya altas cotas, ¿de miseria grouchiana?

Sigo con mis dos grandes dudas, son el rechazo de Santiago al rearme, y sobre la actitud positiva de Pedro ante él. En este último aventuro es que este último ha recibido fuertes advertencias de Bruselas: si no incrementas en Defensa, te cortaremos el grifo de muchos fondos europeos, o te echaremos (a ti y a tu Celtiberia). Y si este jefe de Gobierno no tiene Mucho dinero para Repartir (Pérez-Reverte dixit), entonces sí será abandonado por sus votantes/clientes, quienes buscarán a Otro que sí tenga algo que darles.

“Cualquier cosa puede esperarse del género humano”, lanza un policía en un largometraje de Alan Sharp, ante la visión de un asesinato múltiple especialmente “inhumano” …, hablando de Imperios, rearme, guerra (no lupina) de todos contra todos, y el pez (o pato) grande se come al chico.

Muy Ida (i.e. Lupino) todo, sí, pero hasta ahí me ha arrastrado la “economía en el número de entes”. Conclusión, ¡empacho de política (nacional)!

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