LOS HUNOS Y LOS HOTROS
- gonzalojesuscasano
- 6 jul 2024
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LOS HUNOS Y LOS HOTROS
*Ante todo y sobre todo me infiltro dentro un hábitat que no es el mío (¿hostil?), el de la psicología profunda. Yo sí que creo que la mayoría de los convecinos se percatan de que el Koldogate, lo de Begoña, y los pactos del “marxista” Sánchez con la burguesía (quizás neoliberal) catalana y vasca, son resultado de inmoralidad, maquiavelismo y corrupción: el paisanaje no es imbécil. Pero sigo en lo mío, de las Máscaras de los no-Héroes y demás. El Homo Sapiens tiene la necesidad de buscar justificación a su conducta, ¡como sea!, y de ahí surge la ideología/falsa conciencia, un apunte no mal pergeñado por el barbudo de Tréveris (¡y lo dice un no-comunista!). Esa pulsión hacia la legitimación de nuestros actos (i.e. ¡no son irracionales o indecentes!) casi me parece tan connatural al Ser Humano como el instinto de conservación, sexual o maternal, es inmarcesible y no irrelefante. Lo cual resulta muy comprensible, porque somos entes que viven en sociedad, y en ésta no puedes “explicar” tu comportamiento afirmando que lo hiciste por egoísmo, porque te convenía, porque fastidiaba a tus enemigos, porque era lo que te otorgaba beneficios, porque te salió de los c. etc. No, eso no vale, eso no se puede decir, ¡aunque se haga! De ahí emerge eso que machaco tanto, esto es, el imperativo de construir una Cosmovisión, un Ideario completo, una teoría omniexplicativa; ésta ha de justificar incluso los procederes más incalificables, o sí calificables: repugnantes.
Así que los de la izquierda radical/Sánchez/Yolanda (Los Hotros) argumentan que el capitalismo (los Hunos, por lo de Atila) son esencia explotadores, de los proletarios; y si sólo el 10% se define como tal, ¡pues a algún grupo explotarán!: las mujeres, los homosexuales, los bisexuales, los trans, el planeta/Gaia, chuchos/mininos/ballenas ...
En fin, lo mil veces mencionado: cuando entres por la puerta de tu casa dale un guantazo a tu mujer, si tú no sabes el porqué, ¡ella sí! Los Diestros manipulan y exprimen a los desfavorecidos (Axioma, Primer Principio de los Zurdos), y si tú, pobrecito ciudadano, no sabes exactamente quiénes son esos “abusados” tu líder (Conducator) sí que está bien informado: vótale y dará de lo lindo a esos porcinos patrones.
*Sánchez/Yolanda/Podemitas siempre defienden al débil, y si en esa labor de Repartir, se quedan una pequeña parte ¡están en su derecho!, por dividir bien el pastel. ¿Qué son unos milloncejos de EREs, o Koldogate, comparados con los que han robado (la propiedad es un robo: Axioma) Amancio Ortega, Rafael del Pino, Joan Roig y otros de su ralea; estos últimos sí que son corruptos, y Bill Gates, y los Steve, Jeff Bezos, Zuckerberg, Elon Musk, Amazon, Apple, Microsoft etc. etc. Todos son chupópteros que nos sorben la sangre a los currelas, y Nuestros políticos zurdos les obligan, a través de los impuestos, a darnos lo que en Justicia nos corresponde: nosotros ¡trabajamos! Aquí, ¡otra vez!, la imagen de esos empresarios gordos sebosos, fumando puros, empotrados en sus caros butacones, holgazanes, implacables, en La Huelga de Eisenstein. Y no olvidemos el caso Gürtel, que demuestra a las claras que los Diestros también albergan su colección de defraudadores y ladrones: ¡y tú más!, el leitmotiv de nuestra política en la actualidad. En suma, los Zurdos apostillarán que no votarán nunca a un partido de derechas, porque eso es para industriales, empresarios de todo tipo, banqueros, jueces, notarios, corredores de bolsa, grandes inversores, directivos de todas clases, abogados, financieros etc. Estas gentes no son los Suyos, son los que deben apoquinar la guita en los impuestos.
*Los Diestros, evidentemente, construyeron hace tiempo su sistema de ideas & creencias, de réplica. Los no-emprendedores son incapaces de crear ninguna técnica/herramienta/producto/logro científico o tecnológico/proceso industrial, van siempre a remolque; no inventan, sólo siguen los pasos de los Capitanes de la Industria. Sí, ideario brutal, elitista: es el discurso de Howard Roark en su juicio sin duda. Así que los capitalistas encuentran aquí su legitimación; ello son el Motor de la economía, y de la Historia, y los peones con sólo ruedas, intercambiables, prescindibles, hormigas todas iguales (sin individuación). ¡Uf!, Ayn Rand y los 100% neoliberales, como Milei, ¡asustan! Además, añaden que los trabajadores, nunca Autores, ¡encima rechazan ahora la cultura del esfuerzo y abogan por el Derecho a la pereza, como en Francia! ¡Habrase visto descaro! Es que ya lo que demandan no es la dictadura del proletariado, sino ¡del subvencionado! (o del feminado en algunos casos). Si ya nos lo decían nuestros padres comerciantes: Al obrero y al pichón, ¡perdigón!
*Nos topamos pues con dos Visiones del Mundo, una inspirada en Adam Smith y otra en Karl Marx, y con grupos (¡de interés!) que las defienden a muerte, porque les conviene: el ser social determina la conciencia.
Yo apuntaría que si la teoría de libre empresa se ha alterado escasamente (Keynes, del que soy adepto), por enésima vez remarco que el marxismo-leninismo (maoísmo) ha experimentado bastantes modificaciones, variaciones darwinianas. Lo último, por supuesto, debido al Fin de la Historia y al hundimiento (refutación, falsación) de la URSS y la economía centralizada, esto es, hay que adaptarse al Medio (ecosistema de producción de bienes). Estamos, vivimos, nos alimentamos, en Occidente, de una economía social de Mercado, con mucha Prosperidad. Ergo, es ideológicamente “complicado” seguir favoreciendo la propiedad estatal de los medios de producción y la dictadura del “trabajarado”, máxime cuando algunos se apuntan a la cultura del ocio (creativo, esperemos).
Desde este perfil, histórico (triunfo de Hegel, y Adam Smith, sobre Marx) encuentro que los zurdos tienen una posición económica/intelectual más precaria: no van a intentar tumbar el Capitalismo, en el que existen, y del cual obtienen los impuestos para distribuir la Riqueza entre sus votantes (no-plutócratas). Esto lo ejecuta, en mi opinión, muy bien el keynesianismo, ¡aupa!, sin transmutar nuestra estructura socioeconómica.