MADURO Y LA NAVIDAD
El Triángulo de la Tristeza …, el capitán de un yate de lujo de 250 millones tertulia con un pasajero, uno de los muchos rusos ricos en él. Resulta que este último afirma que conoce un chiste: *¿Cómo se reconoce a un comunista?, porque es alguien que lee a Marx y Lenin; ¿y a un anti-comunista?, porque es alguien que comprende a Marx y Lenin. Apostilla que esto es de Ronald Reagan.
Esta proposición me lo pone a tiro (¡por no decir otra cosa!) para poner mi granito de arena en la pirámide (del centenario debate), así que ahí va: *un comunista es alguien que a pesar de mantener una ideología materialista y atea, adelanta las Navidades a Octubre, se supone que anhelando que duren mucho más. En fin, que Nicolás Maduro alcanza un grado de no-comprensibilidad, no-sentido común & lógica comparable a El Gato de Schrödinger, y EPR. Ergo, para el marxismo del siglo XXI, ya “maduro”, la religión no es el opio del Pueblo, sino su bienaventuranza; ¡qué venga dios y lo vea!
Vamos, que este hombre arriba a un nivel gnoseológico casi equiparable a la paradoja de Epiménides y al oxímoron, i.e. un logro propio de la Epopeya.
En tal tesitura me veo en la urgencia de citar a otro Marx: “surgiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria” (epistémica y económica, e.g. CLAP).