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ONDAS Y PARTÍCULAS: REALIDAD

ONDAS Y PARTÍCULAS: REALIDAD

Diálogo Galileogaditano. Jornada I

Escena: Astillero de Cádiz; personajes, Sagredi, periodista independiente; Salviato, autor; Simplicios, miembro de un partido marxista.

 

-Salviato: ¡Miei cari amici!

-Sagredi: ¡Buongiorno!

-Simplicios: ¡Tutto bene!

-Sagredi: y bien, mis queridos compañeros y sin embargo amigos, ¿cuál va a ser el tema de hoy, a buen seguro ilustrativo y apasionante?

-Salviato: Grazie mille por la confianza en nuestras dotes intelectuales, caro amico. Ciertamente hoy, sin descuidar el multiverso y sus complejidades (si es que existe), nos concierne una importantísima materia. De hecho, la composición de ésta.

-Sagredi: Desde luego esto nos mete de lleno en ¿qué es la realidad?, ni más ni menos. La composición última (arkhe) de la physis marca el inicio del pensamiento racional-filosófico, que se rompe por fin con el modelo mítico-religioso. Momento primordial de la evolución mental del Homo Sapiens, no-irrelefante sin duda.

-Simplicios: ¡ardo (no por nuestra Santa Inquisición, que Dios guarde muchos lustros) de ser instruido en tales cuestiones!, aunque he de añadir que no soy extraño a sus líneas generales.

-Sagredi: Hemos de honrar a los primeros filósofos/físicos, que abrieron este camino para el decurso del, espíritu humano. Para unos el componente último es el agua, para otros el agua, para los de más allá el fuego, para los de más acá las homeomerías, para ciertos pensadores son los átomos.

-Simplicios: Éstos últimos dieron en el calvo según nuestro saber coetáneo.

-Sagredi: No estaría yo tan seguro de ello, mi estimado amigo, porque la visión atómica de Leucipo y Demócrito es altamente diferente de la mantenida por John Dalton …

-Simplicios: ¡Dalton!, ¡vade retro pérfida Albión! Nación mefistofélica que con su poderosa Armada asedia a los santos países católicos del sur de Europa, intendando contaminarnos de anglicanismo y despojarnos de nuestros bienes y colonias, hasta el punto …

-Sagredi: ¡Detén tu iracundo y homérico discurso, amico, y deja para otros momentos la prédica contra los infieles anti-católicos, y la controversia política! ¡Que tu ira, comparable a la del Pélida, no entorpezca tu (y nuestra) investigación en la ciencia experimental que acaba de nacer, debido precisamente a nuestro estimado compañero El Pisano!

-Simplicios: A propósito, ¿dove sta Galileo?

-Sagredi: Seguramente no puede acompañarnos hoy debido a que está enfrascado (y embotellado) en algunos de sus experimentos, que pueden ocuparse de: cannocchiale, objetos flotante (homenaje a su admirado Arquímedes, tan grande como él), manchas solares, fases de Venus, observaciones lunares, planetas mediceos, microscopio …, ¡o sabe Dios qué!

-Salviato: Me consta que ahora mismo nuestro docto amigo se encuentra haciendo rodar bolas por planos inclinados …

-Simplicios: ¡Cielos!, extraño pasatiempo para un renombrado físico.

-Salviato: Pues no lo es, camarada [Simplicios sonríe de manera cómplice ante este apelativo], porque porque los resultados observacionales de tales descensos de bolas le son imprescindibles para cierta conjetura que alberga acerca de la caída de los pesados …

-Simplicios: Pues il Signore Massimo, gran amigo mío, es muy gordo, y si cayera desde la Torre de Pisa …

-Salviato: Cuando Galileo trata de cuerpos pesados no se refiere precisamente a los gordos; por otro lado, su suposición (en proceso de corroboración en la Naturaleza) es que todos los objetos caen con la misma velocidad, o meglio, aceleración.

-Simplicios: ¿Scherzi? Cualquier hijo de vecino que hay visto caer un cuerpo dotado de pesantez puede desmentir tal aserto galileogaditano.

-Sagredi: Puedo afirmar sin temor a equivocarme, e  incluso apostaría un buen montón de ducados en Las Vegas (aunque está a desmano y hace un calor de mil demonios) a que nuestro cinemático tiene sobradas razones (y pruebas) para tamaño enunciado. Pero ello no es el tema de nuestra Jornada.

-Sagredi: ¡Certo! Tratamos de encontrar, según lo último en aceleradores de partículas & similares, de qué compone en última instancia la materia. Y no olvidemos que inseparable de este interrogante se halla en de la discontinuidad (átomos de Demócrito) o continuidad (homeomerías) de la materia, i.e. si ésta es infinitamente divisible.

-Salviato: He aquí la Madre de todas las Preguntas sobre la Materia, de modo que entra en escena, en el Gran Teatro de la Ciencia (y de la Pesquisa) la polémica en torno a ondas-partículas.

-Sagredi: Antiguo debate desde luego, que más recientemente ha enfrentado a Newton y Huygens.

-Simplicios: Después de tantos siglos de experimentos y argumentos sigo sin aclararme sobre el tema; quizás se debe a que soy corto de alcances.

-Salviato: ¡En absoluto camarada! [Simplicios vuelve a enarbolar una sonrisa]. Es que es un problema de órdago (¡a la grande!), que sigue sin ser respondido rotundamente.

-Sagredi: Recuerdo que cuando El Gran Danés enunció su histórico Principio de Complementariedad se manejó el término “ondículas” …

-Simplicios: ¡O sea, que no lo saben! Como si dicen “partículondas” …, ¡me es inverosímil!, es que no conocen cuales son los “ladrillos” de la Naturaleza. Del mismo modo que los galenos ponen un elegante nombre griego a un conjunto de síntomas, que llaman así enfermedad, sin tener remota idea de sus causas y cómo subsanarlo. “Nombres” que sólo son Máscara de ignorancia: es para darle toda la razón a Ockham.

-Sagredi: Te veo inusualmente mordaz compañero.

-Salviato: Quizás más bien realista, y descriptivo de la situación gnoseológica, que en lenguajes castizo es: no tener ni repajolera (eufemismo) idea.

-Simplicios: Gracias por echarme un cable, camarada, y no al cuello.

-Salviato: Sabes muy bien que como seguidor del Buen Escocés (Smith, Adam Smith), repudio el término “camarada”.

-Sagredi: Dejemos por un momento la Economía Política, y atendamos a la física de partículas, per favore.

-Salviato: Os he expuesto muchas veces mi parecer de que la Relatividad General es la teoría más hermosa/estética que ha parido la mente humana: gravedad no es una fuerza, sino geometría, esto los senderos por los que transita la materia en un espacio deformado por las masas. Teoría simple, ockhamiana, de las que le gustan a Galileo, porque lo más sencillo es habitualmente lo cierto; en ello se basa, a mi entender, para defender el heliocentrismo.

-Simplicios: Sistema máximo del mundo rechazado por nuestra Santa Madre Iglesia, que Dios Nuestro Señor guarde muchos siglos. Nuestro cinemático debiera tener más cuidado con lo que va “largando” por ahí: el Cardinal Bellarmino ya le ha advertido, diplomáticamente, que sea más prudente.

-Sagredi: Caro Simplicios, siempre me sorprende la deferencia que muestras a obispos, cardenales y al Papa, siendo como eres leninista.

-Simplicios: Reitero, por enésima vez, que el primer comunista fue Jesús de Nazaret, judío como Marx por cierto, dato que quizás sea relevante (¿mesianismo?). Pues bien, aquél predicó la igualdad de todos los hombres, condenó su explotación por congéneres, y estableció la propiedad no-privada en las primeras comunidades …

-Sagredi: Esto último es ciertamente inexacto, porque si atendemos a los testimonios escritos de …

-Salviato: Os pido otra vez que pospongamos el debate de economía política, y nos centremos en qué es la materia.

-Simplicios: la Materia es la realidad última, que evoluciona en múltiples manifestaciones, siendo una de ellas el Espíritu. Y de este epifenómeno emerge, infortunadamente, el Opio/Religión. Otro avatar de la materia es el proceso de producción de mercancías, done surge la mayor explotación humana, que han contemplado el planeta: la capitalista, la de los cerdos burgueses …

-Salviato: Te ruego de nuevo dejar para otro día y momento la ruptura de las cadenas de los proletarios.

-Simplicios: convengo en ello de buen grado, por mor de la Pax, no Americana ciertamente, sino Russica (Dugin) …

-Sagredi: ¡Per favore!

-Simplicios: ¡Me callo!, ¡pero portentos veréis, burgueses empresarios que harán castañetear vuestros incisivos, caninos, molares …!

-Salviato: Conocemos muy bien, de otra Jornada, que para Bohm la realidad son las partículas; aunque asociadas a ellas tenemos ondas piloto, imprescindibles para explicar la evolución de los corpúsculos.

Sin embargo otra programa de investigación asevera que la realidad son las ondas, o mejor dicho los campos. Las partículas serían una vibración en éstos, una función de onda bien localizada.

Me disculpo por el lenguaje, un tanto analógico/comparativo, puesto que la precisa descripción de todo ello la dan las matemáticas, que son el lenguaje universal.

-Simplicios: ¡Niego la mayor!, porque el lenguaje universal es la música. Concordará sin duda con ello nuestro astrónomo, cuyo padre fue notable, músico, teórico y experimental.

-Salviato: Doy un paso atrás en mi aseveración y admito la estrecha competencia por la Universalidad entre matemáticas y música. Ambas son comprendidas, y apreciadas, en todas las culturas/países/religiones/etnias.

-Sagredi: ¿Qué microfísica crees tú que es la acertada, ondulatoria o corpuscular?

-Salviato: A diferencia de El Pisano soy profano, pero me atrevo a apostar (no en Las Vegas desde luego) por los campos, como realidad última.

-Sagredi: Tomo muy buena nota.

-Simplicios: De modo que en el Principio fue la Onda (o el Campo), no el Logos.

-Salviato: Recalco otra vez mi carácter no-científico. Pero apunto que en los físicos no dejan de hallar nuevas partículas, o quizás concreciones en los campos de fuerza/localizaciones de la función de onda. A pesar de la belleza de la Relatividad General nuestra ciencia para esto es la cuántica, y no se ha determinado aún si el espacio (y el tiempo) está cuantizado, a escalas mucho más pequeñas que las maneadas por los aceleradores de partículas.

-Sagredi: ¡Vamos!, ¡que los físicos todavía no han contestado a la pregunta de los presocráticos sobre la divisibilidad infinita o no de la materia! ¡Pues sí que hemos avanzado!

-Salviato: ¡Si que hemos avanzado, como dice la zarzuela! Porque somos capaces de predicciones exactas hasta en 12 cifras decimales. ¡No pequeño logro!

-Simplicios: ¡De acuerdo, de acuerdo!, pero no “entendemos” que es la Realidad, no podemos explicarla. Va a tener razón nuestra Santa Madre Iglesia, cuando no predica y aconseja humildad, ante las limitaciones de la Razón: sólo la Fe tiene la Respuesta, a lo que Existe.

-Sagredi: ¿Y qué dice tu Fe comunista? [Simplicios tuerce el gesto].

-Simplicios: Karl Marx establece sin lugar a dudas que la ciencia física/experimental es una herramienta de la sociedad capitalista para controlar/exprimir la Madre Naturaleza, con fines mercantiles. Fenómeno histórico estrictamente ligado (paralelo de hecho) a la otra explotación: la del hombre, por el hombre. Cuanto más conocimiento obtengamos, mejor aprovecharemos el entorno, incluyendo las bestias.

-Sagredi: ¿En base a qué saber determina todo eso El Treviriano?

-Simplicios: A partir del materialismo histórico, que es la única ciencia estricta, totalmente verdadera, corroborada por los datos histórico. Su complemento es la Dialéctica de la Naturaleza de Engels. Ambas demuestran que la Realidad es la Materia.

-Salviato: ¿Quién enunció el materialismo histórico como programa/teoría?

-Simplicios: El propio Karl Marx, cuya memoria guarde Dios Nuestro Señor muchos años …, ¡ay perdón!,¡se me ha escapado!

-Sagredi: Si los experimentadores siguen encontrando partículas, o puede que creándolas, al hacer experimentos y generar agitaciones en los campos de fuerzas …, ¡y no saben si han llegado al final! ¡O no sabe si hay final (cuantización, discontinuidad)! Si no tenemos explicación del dualismo onda-corpúsculo, de El Gato, de la fantasmal acción-a-distancia etc. poco más podemos decir sobre arkhe y physis que los presocráticos.

-Salviato: ¡Pero conseguimos pronósticos espectacularmente ajustados!

-Simplicios: Pero no sabemos: la Razón es limitada, frente a la Fe.

-Sagredi: ¿La marxista-leninista? [Simplicios permanece mudo ante esto].

-Salviato: Ciertamente volvemos a la dualidad kantiana de phainomenon – noumenon.

-Sagredi: Que se reduce a colocar un nombre helénico a nuestra ignorancia sobre la realidad última (Ding-an-sich).

-Salviato: Puede que nunca poseamos una Teoría del Todo, ni desde la Relatividad, ni desde las Cuatro Fuerzas. Puede que nuestra dotación sensorial (e intelectual) de homínidos de la sabana & Rift Valley, nos incapaciten para “entender” qué es espacio-tiempo, qué es la Materia.

-Simplicios: Humildad y demarcación de la Razón.

-Sagredi: Desde mi perfil encuentro en estas elucubraciones mucho de la teología negativa medieval: Dios es transcendente, Superior a todo lo que conocemos, inalcanzable para nuestras míseras mentes. La consecuencia es que de Él sólo podemos enunciar lo que no es: mortal, limitado, ignorante, malvado, envidioso, celoso, mentiroso …

-Salviato: En relación a lo que apuntas …, desde mi perspectiva  no puedo evitar que me venga a la mente aquí la procesión plotiniana, y sus hipóstasis. Lo Uno es la verdadera realidad, pero es inalcanzable, incluso para el Nous, y mucho más para nuestras pobrecitas mentes individuales. Lo Uno no es transcendente, es super-transcendente; es el Super-Ser.

-Sagredi: ¿Implicas, amico, que lo Uno es el espacio-tempo último/los campos de fuerza finales? ¿y que por consiguiente nunca llegaremos a Ello, con nuestro cerebro primate?

-Salviato: No, no. No voy por ahí, ni por Schopenhauer, ni por Nietzsche. Estoy utilizando analogías, comparaciones, paralelismos, lenguaje intuitivo.

-Simplicios: ¡Suena a misticismo!

-Salviato: ¡Plotino lo es, absolutamente!

-Sagredi: Pero la ciencia experimental es lo antiético al misticismo, al modelo mítico.

-Salviato: Estoy plenamente de acuerdo.

-Sagredi: En qué quedamos pues.

-Salviato: Nos quedamos, a pesar de Galileo, David Deutsch et alii, en positivismo lógico me temo; incluso en el operacionalismo. Los físico-matemáticos fraguan un conglomerado de ecuaciones, las echan a rodar “contra” la Naturaleza, y las que no son falsadas se convierten armazón de teorías científicas. Con estas últimas realizamos vaticinios y construimos: máquinas de vapor, coches, aviones, teléfonos, radios, computadoras, cápsulas espaciales, cepillos de dientes eléctricos, transbordadores espaciales, microondas, ordenadores cuánticos etc. etc. No son pocos logros; y ante ellos ¿quién necesita comprender? Olvidemos lo de El Estagirita: todo hombre desea por naturaleza saber. Sustituyámoslo por: todo hombre desea por naturaleza (¿o cultura/sociedad?) manipular, productos tecnológicos.

Una vez uno de mis mantras, esencial éste: si la ciencia experimental/físico-matemática hubiera nacido en Alejandría, ahora estaríamos colonizando estrellas y seríamos inmortales.

Ante tal afirmación (¡atrevida!) a muchos Sapientes les preocupa bastante poco comprender, entender, explicar.

Diálogo Galileogaditano. Jornada II

Escena: Astillero de Cádiz; personajes, Sagredi, periodista independiente; Salviato, autor; Simplicios, miembro de un partido marxista.

 

-Simplicios: ¡Buona mattina!

-Sagredi: ¡Ciao!

-Salviato: ¡Tutto bene!

-Simplicios: Entonces cari amici vamos a continuar en tan soleado y fausto (debido que nos reunimos) día con nuestro coloquio sobre ondículas o particulondas, o como queramos/debamos/podamos llamarlas …

-Salviato: ¡Certo!

-Sagredi: estoy más que preparado, ansioso incluso en la continuación. De entrada me demando a mí mismo si en los mundos paralelos al nuestro existen los mismo corpúsculos, u ondas, o lo que sea.

-Salviato; He de recordarte querido colega que no hemos establecido, ¡ni mucho menos!, que haya un multiverso, pese a las consecuencias negativas para Spiderman, Dr. Strange, Deadpool y demás, y las potenciales pérdidas muchimillonarias para las productoras de El Bosque de Acebos.

-Sagredi: cierto, cierto. Centrémonos en campos de fuerza por tanto.

-Simplicios: ¿Qué son por tanto estos campos de fuerza, de los que tanto se parlotea entre los físicos?

-Salviato: Pues para muchos de ellos es la realidad última, el arkhé. Si dividimos y dividimos la Materia llegamos hasta ellos, ¡ahí se acaba!

-Sagredi: Por supuesto se trata de una conjetura.

-Salviato: Desde luego; pero debo añadir que es la que más me convence.

-Simplicios: Pero no eres científico, caro amico, como lo es El Pisano.

-Salviato: Sin duda, de ahí mi prudencia al emplear el término “conjetura”; con todo las espadas están en alto, y los propios físico-matemáticos se mueven en el terreno de las hipótesis.

-Simplicios: ¡Vaya situación!; como decíamos ayer (Fray Luis de León), después de veinticinco siglos seguimos sin conocer de qué está constituida la physis.

-Sagredi: Pero nuestras predicciones son ajustadísimas, como lo demuestra el espectacular avance de nuestra tecnología. Ésta es la otra cara de la moneda de la ciencia sin duda, y corrobora el éxito de ésta. Al final del camino, sí, “wir werden wissen” (David Hilbert).

-Simplicios: No empleas el Deutsch, que es la lengua bárbara de los lansquenetes, que perpetraron en el siglo pasado el Saco de Roma: ¡que Dios los tenga en el infierno!

-Sagredi: De acuerdo, camarada. Olvidaré el Deutsch.

-Simplicios: No sabemos, no entendemos, no explicamos, sólo calculamos, con éxito, para construir más artefactos, máquinas, vehículos, computadoras, tostadoras, empaquetadoras etc., en un ciclo interminable.

-Sagredi: Con todo ello, sin lugar a dudas, vivimos mucho mejor.

-Simplicios: Pero seguimos sin entender. Además el maquinismo y empacho de tecnología no han eliminado la plaga de nuestros tiempo: la explotación de los proletarios.

-Sagredi: Admito de buen grado que el progreso material, y el bienestar económico no hacen más feliz al Hombre. Éste sigue sin encontrar el sentido de la vida, en medio de …

-Salviato: He de interrumpirte, y de demando tu perdón por ello, para apuntar que esto no es una novela de Sartre o Camus, ni un largometraje de Ingmar Bergman.  No estamos indagando sobre los arcanos de la condición humana, ni la angustia de vivir en un mundo que carece de significado. Nos ocupamos de los componentes últimos de la materia, en esta Jornada; quizás en otra …

-Simplicios: Perdona a mi vez mi intromisión en tu docto discurso; es muy probable que ambos interrogantes se hallen inextricablemente asociado. La realidad fundamental es la Materia, y el sentido de la existencia es impedir que en su devenir, una de sus transmutaciones sea la vil economía de mercado, que es la de la opresión y …

-Sagredi: Me temo que te desvías de nuevo del tema ondas vs. corpúsculos.

-Salviato: Habrá que repetir las imperecederas palabras de D. Manolo: el cielo estrellado sobre mí, y la ley moral dentro de mí.

-Sagredi: Pues acerca del “cielo estrellado” poco comprendemos, porque la Relatividad General que pretende determinarlo se encuentra asediada por su rival, la física cuántica. Me temo que he de recalcar que aquello de D. Manolo de el espacio como forma a priori de la sensibilidad externa etc. etc. fue drásticamente desmontado por el nacimiento de las geometrías no-euclídeas, Y más claramente por la Relatividad, que reemplaza a la mecánica newtoniana, a la cual Kant pretendía dar rango de universal con su Estética Transcendental.

-Simplicios: Asunto bien conocido ése del error del Hombre de Königsberg en la cosmología.

-Salviato: Sabéis muy bien, amici, que a pesar de todo ello sigo dando valor a visión del, espacio & tiempo de Kant, como modo innato del Hombre de percibir la realidad, como phainomenon. Pero de momento volvamos a los campos de fuerzas.

-Simplicios: ¿Qué son por tanto!

-Salviato: Son el final de nuestro camino dividiendo y dividiendo la materia, según una conjetura física muy seguida. No podemos ir más allá. No se explican por otros componentes, sino que lo “componen” todo; se acaban aquí las preguntas.

-Simplicios: Hete aquí que me dejas igual que antes, ¡perplejo!

-Sagredi: Es en algún momento, y lugar debemos concluir.

-Simplicios: Pero esto no es todavía la Teoría del Todo, la final.

-Salviato: Ciertamente no; recuerda que nos encontramos en el ámbito popperiano, de conjeturas y refutaciones.

-Simplicios: ¡Paciencia, camaradas! Por mi parte vuelvo a la carga (¡de la Brigada Pesada!) con mi ideario. Boris Hessen et alii demostraron ya hace tiempo, como he implicado antes, que la ciencia es sólo un instrumento más de la sociedad capitalista para adueñarse de la naturaleza, y con ello del producto del laboro de los obreros. Esto me es suficiente para hacer encajar la investigación empírica en el materialismo histórico; según éste no existe la ciencia pura, desinteresada.

-Salviato: Sabemos de tu marxismo-leninismo, estimado compañero. ¿Pero no te preocupa, por curiosidad intelectual, averiguar si el cosmos se compone de ondas o partículas?

-Simplicios: Ello tiene un interés sólo marginal para mí, y para los comunistas. Un detalle de escasa relevancia, en nuestra incansable lucha por romper las cadenas de los trabajadores.

-Sagredi: Razonable todo ello desde tus postulados marxistas.

-Salviato: He de apuntar llegados a esta bifurcación que añoro el sencillo y claro Universo descrito por la ciencia newtoniana. Aquél constituido por cuerpos masivos (no átomos todavía), que se atraen unos a otros gravitatoriamente, en proporción a sus masas, sean canicas o planetas. ¡Todo tan comprensible, y con sólo tres leyes/axiomas!; y la Estética y Analítica transcendentales del bajito de Montaña del Rey para proporcionar fundamento metafísico a esa ciencia, ¡universal! ¡Ah, qué tiempos aquellos de D. Isaac!, los de la ciencia cuyo cometido era sólo precisar algunos decimales más (Lord Kelvin), que ya no volverán debido a Herr Einstein.

-Sagredi: ¡Para el carro, paisano! Porque en la mecánica de Newton está incrustado el gran problema de la acción-a-distancia, que aquél renunció a explicar.

-Salviato: Lo concedo, lo concedo.

-Sagredi: Tengo la impresión que tú echas de menos el cosmos newtoniano, igual que los medievales su mundo cerrado (Koyré), derruido por el universo infinito de la ciencia experimental moderna.

-Salviato: He de rendirme a tu argumentación ciertamente. Mi “nostalgia” es producida por el hecho de que el cosmos newtoniano se ajusta perfectamente al espacio & tiempo + categorías kantianas, i.e. a nuestra percepción inmediata de la Naturaleza. Pero como hemos resaltado, aquélla se genera a partir de los cinco sentidos de homínidos del Rift Valley. A medida que nuestra sonda se ha hundido cada vez en la materia (protones, electrones, neutrones, positrones, neutrinos, mesones, quarks etc.) nuestro aparato sensorial se muestra cada vez más inútil, ¡algo normal!

-Simplicios: ¡Ah el afán de saber de los Sapientes por saber y saber!; detecto en ello la hybris que causa la tragedia, el gran pecado que denuncia nuestra Santa Madre Iglesia.

-Sagredi: ¿La católica o la comunista? [el rostro de Simplicios se contrae en un rictus de displacer, pero evita replicar a su viejo amigo y camarada].

-Salviato: ¡la ley moral dentro de mí! Quizás sólo nos reste ello, como Sentido y explicación de la existencia en este valle de lágrimas y campos de fuerzas. Sí, no pocos filósofos apuntan (implícitamente) a que debido al desarrollo imparable de la ciencia ya no existen ni la metafísica ni la epistemología, como disciplinas propias de su área: los epígonos de Galileo las han subsumido, engullido. Desde tal atalaya, sólo la Ética persistiría en filosofía.

-Simplicios: atrevida propuesta, de la que no sé si participo.

-Sagredi: Con todo, “dentro de mí” …, lo que se encuentra son quarks, inobservables por definición, puesto que siempre se manifiestan (phainomenon) en diversas combinaciones.

-Salviato: Cierto sin duda. No podemos decir aquello de “siempre nos quedará París” (o Bruselas: Travolta), porque sólo nos queda la Apariencia (Maya).

-Sagredi: Pero reconoce que poseemos unos Phainomena mucho más ricos, densos, extensos que los del tiempo de D. Isaac.

-Salviato: ¡Muy bien apuntado! Es indudable que “sabemos” más, aunque aún no hallamos dado con el arkhe. No puede negarse que “pronosticar” es en cierto modo “conocer”.

-Sagredi: Porque probablemente los homínidos de sabana nunca puedan acceder a él, debido a nuestra dotación sensorial, ¡conformémosnos!

-Simplicios: Bueno, bueno, ya empecé aseverando que ¡no me entero! en lo cuál el componente final del Universo …, pero para el materialismo histórico ello no es primordial, porque responde a los grandes Temas, es la única y verdadera ciencia al fin y a la postre.

-Salviato: Hemos mencionado la hybris, y puede que no sólo la Iglesia, sino asimismo el marxismo la repudien, incluyendo dentro de ella el irrefrenable deseo de saber, que menciona El Estagirita.

-Sagredi: ¡Límites, Apolo!, ¡he ahí la clave! Porque Dionisos nos arrastra a la desmesura, y hay algo (o mucho) de ella en la pasión por el saber.

-Salviato: ¡Hum! Me parece que dramatizas un tanto compadre, porque la filosofía y la ciencia son apolíneas, al construir edificios conceptuales bien demarcados, definidos.

-Sagredi: ¡Quizás me he dejado arrastrar por la pasión literaria, je, je, je!

-Salviato: Noble pasión.

-Simplicios: Pues yo sí me apunto a lo comedimiento en esa loca carrera de la ciencia por seguir y seguir, con un futuro quizás incierto, y además de enfrentamiento entre naciones. Ahí está Oppenheimer vs. Heisenberg, y en la actualidad EE.UU. vs. China por la internet cuántica.

-Salviato: Comprendida tu posición. Pero la carrera por la ciencia teórica & aplicada, por la tecnología puntera & I+D+i es imparable en la geopolítica de hoy en día, como lo fue por la bomba atómica.

 

 

Diálogo Galileogaditano. Jornada III

Escena: Astillero de Cádiz; personajes, Sagredi, periodista independiente; Salviato, autor; Simplicios, miembro de un partido marxista.

 

-Simplicios: Ciao!

-Sagredi: Cari colleghi!

-Salviato: Siete i benvenuti!

-Simplicios: He de confesar mis doctos compañeros que ardo con fulgente llama, que no de la Gehena, en afán por deliberar de nuevo sobre la aparente incompatibilidad entre relatividad general y gravitación cuántica, y su complicada fusión.

-Sagredi: Grande domanda! Sin duda una de las fundamentales de nuestro saber científico actual, sino la que más. No se me va de la cabeza que es muy diferente la métrica del cosmos que un intercambio de partículas; lo último tiene más visos de ofrecer la solución definitiva, la Teoría del Todo, puesto que la cuántica se estima preeminente.

-Salviato: Sin embargo, mi estimado no amigo, no debemos olvidar que la relatividad general está considerada como la más grande, incluso por estética, teoría científica concebida por mente humana alguna … Todo eso de que si te hallas en el interior de un ascensor y dejas caer una pelota, no sabes si ello es debido a la fuerza de la gravedad o que una máquina está tirando del ascenso hacia arriba. Hay hermosura en el experimento mental, y en toda la construcción einsteniana; la atracción gravitatoria no es una fuerza, sino los senderos creados por las masas al curvar el espaciotiempo, por donde transitan “naturalmente” los objetos físicos.

-Sagredi: Gran ingenio el de  Einstein. Déjame añadir, mi pedagógico colega, que aparte de un triunfo de la invención teórica/matemática, la gravitación einsteniana ha recibido recientemente sólida confirmación experimental en la detección de ondas gravitatorias. Tenemos nuestra teoría más robusta que nunca, y generando mucho interés, en los físicos experimentales incluso.

-Simplicios: Pero, pero, amici … ¿Cómo compaginar todo ello con los gravitones que postula la cuántica, y que serían los portadores de la fuerza de la gravedad, ¡Fuerza, paisanos, Fuerza! Estamos otra vez con D. Isaac, y rechazamos la deformación del espaciotiempo como causa.

-Sagredi: Sólo puedo reiterar que ya que los tres somos profanos, es cuestión que debemos someter a la consideración de nuestro científico amigo, El Pisano, y beber de sus especializadas opiniones.

-Salviato: Entretanto quiero volver nuestra atención a la Teoría del Todo en ciencia, que en esta tesitura se ofrece muy lejana, y por sendero todavía sin especificar.

-Simplicios: Mi querido camarada …

-Salviato: Compañero …

-Simplicios: Mi querido camarada, déjame que te corrija amigablemente, para refrescar tu memoria sobre un hecho incontrovertible en el saber humano, y es que esa Teoría del Todo científica, ya la tenemos con nosotros, desde hace tiempo. Es por supuesto, el materialismo histórico, implementado con el dialéctico; esta inmarcesible construcción conceptual explica Toda la Historia, incluyendo las instituciones que han surgido en ella, como es el caso de la ciencia experimental moderna.

-Sagredi: Sí, sí, ya nos lo has aclarado frecuentemente. Pero admite al menos que el marxismo es primordialmente ciencia de la economía, no de la naturaleza.

-Salviato: Y hay no pocas voces que aseveran que ni siquiera es ciencia, puesto que ha sido refutada por los eventos históricos …

-Simplicios: Tales voces debieran quedarse roncas para siempre, o mejor ser silenciadas, por negar la Verdad, Única y Absoluta.

-Sagredi: De todos modos concedamos un rol a la investigación físico-matemática.

-Simplicios: ¡Lo concedo! Aunque es bien sabido por todo marxista que la ciencia es simplemente una institución creada por el capitalismo para dominar, a través de la tecnología, la naturaleza; y a partir de ello a los otros hombres, los proletarios.

-Salviato: Pongamos un paréntesis en esa explotación del hombre por el hombre. Ya hemos aludido, con pesar y casi angustia, que no sabemos cuándo se llegará a desentrañar qué es la physis, a entenderla. Que quizás nunca lleguemos a ello.

-Sagredi: La unión de cuántica y relatividad general podría ser ello, el Santo Grial de la empresa de la física.

-Salviato: Incluso con ello en las manos, sólo tendríamos un conjunto de ecuaciones, de símbolos matemáticos, una “representación” de lo Real; ¿comprenderíamos verdaderamente qué es ello?

-Simplicios: Mi admirado contertulio, me temo que te estás adentrando en cuestiones de metafísica, incluso de teología, lo cual no es nuestro cometido en nuestras Jornadas.

-Salviato: ¡Hum! Puede que tengas razón. Bueno es citar ahora a Wittgenstein: los límites de mi lenguaje son los límites de mundo.

-Sagredi: Y ese lenguaje es matemático.

-Salviato: ¡Esatto! Lo es indudablemente en el gran medio con que contamos para describir el cosmos, la ciencia moderna. Describir la Naturaleza conlleva ante todo predecirla, pero asimismo entenderla.

-Sagredi: ¡Ahí le duele!

-Salviato: Las ecuaciones, en especialmente las de la mecánica cuántica, obtienen un espectacular ajuste con las observaciones, como nos gusta recordar.  Quizás sólo podamos aspirar a ello.

-Sagredi: No es pequeño logro.

-Salviato: A pesar de todos los pesares hay hombres, y no sólo metafísicos sino físicos/químicos/biólogos/matemáticos, que sigan aspirando a “entender” qué es la Realidad, ésa que no rodea y nos incluye.

-Simplicios: La Realidad es la Materia, y sus múltiples transformaciones, una de ellas es el epifenómeno del pensamiento.  Es la materia que se manifiesta en la Historia Universal, que es la de la explotación; cuando éste sea eliminada de una vez por todas, nos encontraremos en la Sociedad Comunista, donde acabará la opresión, y la Historia propiamente dicha.

-Sagredi: Y todos fueron felices y comieron perdices.

-Salviato: Lo dudo porque algunas especies se hallan en peligro de extinción.

-Simplicios: No deberíais tomar a broma el inevitable decurso de la Historia Universal, que terminará en la Sociedad sin Clases, con perdices o sin ellas. Posiblemente, con ellas acompañando a los Hombres Libres, porque quienes las cazan son los viles burgueses.

-Sagredi: Barzelleta!

-Simplicios: Barzelletta!l Estagi

-Salviato: Volviendo a lo nuestro … “Todo hombre por naturaleza desea saber”, pronunció El Estagirita; y aunque no sean todos, o más bien pocos, entre ello se hallan los científicos …

-Sagredi: Y los filósofos …

-Salviato: Sin duda. Me pongo pesado con mi perspectiva … pronosticar qué va a ocurrir, no es entender; lo último es el ansia humanos que buscan el saber. De modo que acertar en diez cifras decimales no es suficiente …

-Sagredi: Tú mismo eres amigo de la dualidad phainomenon-noumenon del bajito del bajito de Montaña del Rey. Aspirar a llegar más lejos, a la cosa-en-sí misma no es objetivo de la físico-matemática, sino de la metafísica.

-Simplicios: O de la teología. Ese ansía por comprender la realidad última me resulta más propia de las religiones, y no es de ellas de las que estamos coloquiando en esta Jornada.

-Salviato: bien apuntado, colega. Pero, pero, muchos científicos super-agnósticos  tienen un afán inextinguible por entender la Naturaleza, no por vaticinar.

-Sagredi: Pero caro collega, “vaticinar” en ciencia no es adivinar, como mirando en las entrañas de un animal sacrificado. Es un por el contrario un gran logro intelectual, con el que posiblemente deberemos conformarnos; tú mismo recalcas lo que tenemos los cinco sentidos de una primate de sabana, y con ellos “intuimos” …

-Salviato: Con nuestras sensoriales no podemos llegar a “captar” (visualizar) lo inmensamente pequeño. Hablando de esto otra vez, ya sabéis mi enorme interés, y perplejidad por el entrelazamiento cuántico. ¿Cómo es posible que la medición de la polarización de un fotón cause un efecto instantáneo (resultado opuesto) en otro con el que está conectado, y situado muy muy lejos en el espacio? ¿Cómo es este último para poder explicar tal fenómeno?

-Simplicios: Ello también me desconcierta, desde siempre.

-Salviato: Pues resulta que hay una hipótesis por la cual el espacio mismo es un resultado del entrelazamiento cuántico.

-Sagredi: Santo Dio! Los cosmólogos intentando descubrir las propiedades últimas propiedades del espacio, p.ej. si es discontinuo o no, para dar cuenta de esa fantasmal acción-a-distancia (Einstein) ..., ¡y ahora se afirma en algunos foros que ésta explica lo que es el espacio. Lo “fantasmal” como concepto primitivo, como realidad última, mamma mia!

-Simplicios: ¿Alguno tiene una aspirina?

-Sagredi: Yo no.

-Salviato: Yo tengo un paracetamol [se lo entrega, con un vaso de agua]. Sí, sí, es para que la cabeza dé vueltas. La gran pregunta en física era si la realidad última eran ondas o partículas, y así entender qué es un campo. Hoy en día muchos aseveran que éste es lo Último, irreductible; ¿qué demonios es?, pues eso lo Último. Se suponía que el entrelazamiento cuántico era el definiendum, y muchos nos aseguran que es el definiens. ¡No hay quien se aclare!

-Simplicios: La solución es retornar a la sabana africana al este del Valle del Rift.

-Sagredi: Razonable tu postura, ya que al parecer nuestro saber no puede alcanzar más allá de los animales, plantas y objetos de la sabana.

-Salviato: ¡Pesimistas os veo, cari amici!

-Sagredi: Con motivo, caro collega. Después de tantas teorías matemáticas, y de tantos experimentos, la impresión es que no hemos avanzado en saber respecto a los “físicos” presocráticos. Vamos a ver …, en nuestro querido amigo Galileo se enuncia, ¡por fin!, la ley de la caída de los graves; se demuestra que ésta en proporcional no al espacio que se ha descendido, sino al tiempo. Pero nuestro compañero de tertulia no se atreve, con prudencia filosófica y científica, a determinar cuál es exactamente la Fuerza que causa la caída de los cuerpos. D. Isaac sí se atreve con ello: es la gravitación universal; además añade una explicación de este último calificativo: opera en todo el sistema solar (y el universo se supone); pero, con prudencia y razonablemente se niega a establecer una hipótesis sobre cómo actúa. Sí, porque en su mecánica se implica una acción-a-distancia, ¡e instantánea! de la gravitación: proceso que él mismo considera físicamente inadmisible. ¿Quizás es el Todopoderoso la causa última de la gravitación?

-Salviato: Buena descripción de los hechos, ¡y teorías! Al fin, Einstein consigue dar cuenta de la gravitación: es la geometría, no una fuerza, a distancia. Fin del misterio …, ¡creíamos! Pero aparece, a partir de la cuántica un hecho que nos amarga la fiesta, los cumpleaños y todas las Navidades: el entrelazamiento cuántico. ¡Otra vez la acción-a-distancia, que D. Isaac no pudo desentrañar.

-Sagredi: ¡Paracetamol!

-Salviato: Aquí tienes [le ofrece un comprimido, con agua]. Einstein se desespera con esa acción “fantasmal”. Pero como acabamos de comentar el asunto se embrolla más. Como en los Principia Mathematica el reto es dar cuenta de cómo es posible en el espacio tan espectral efecto, instantáneo. Pues bien, hay una conjetura que mantiene que es el entrelazamiento lo que “explica” la existencia del espacio, y no al revés.

-Simplicios: ¡Nos hundimos más en lo ininteligible! Empezamos (y muchos físicos-matemáticos anteriormente) con la pregunta sobre si la realidad son ondas o partículas. El asunto es que muchos expertos mantienen, como suposición firme, que la Último son los campos, los cuales generan ondas y corpúsculos.

-Salviato: Me voy a poner el traje de poli malo, o mejor, de científico malo … No sabemos si son ondas o partículas, y postulamos una “substancia” previa a ellas como concepto/ente básico, y que entendemos muchos menos, por no decir nada. Ídem de lienzo con el entrelazamiento: tenemos urgencia por dar cuenta de ello, y ante la dificultad, ¡hala!, ¡lo convertimos en concepto primitivo!

-Sagredi: Francamente (no por Franco), uno tiene la impresión de que cuando los físicos no tienen ni p… idea de qué es algo …

-Simplicios: Te rogaría camarada que no emplearas ese lenguaje soez y desconsiderado.

-Sagredi: ¡Qué feo lenguaje ni nada!, ¡sólo he dicho la letra “p”, seguida de puntos suspensivos!

-Simplicios: Lo concedo.

-Salviato: Desde luego hay algo, o mucho en lo que manifiesta Sagredi. Veamos, cuando surgieron dificultades para dar cuenta de la segunda ley de D. Isaac, i.e. en qué consiste exactamente la Fuerza, muchos autores propusieron que se trataba de una definición. ¿Que la ciencia es incapaz de dar cuenta del entrelazamiento?, pues lo convierte en jun axioma y/o realidad esencial última: no hay que explicarlo, porque Todo se explica a partir de ello. Lo mismo con los campos.

-Simplicios: Mio Dioi! Ignorancia y más ignorancia.

-Salviato: El entrelazamiento como Lo Último es sólo una suposición, entre varias. En fin, que no sabemos si el espacio está cuantizado o no, lo mismo vale para el tiempo.

-Simplicios: Seguimos debatiendo sobre la continuidad o discontinuidad dela materia, como lo presócraticos. Parecemos tortugas en nuestro avance cognoscitivo, como la de Zenón.

-Sagredi: Entonces, ¿sin el entrelazamiento cuántico el espacio se desmenuzaría, se despedazaría?

-Salviato: ¿Quién sabe? Nos movemos entre suposiciones. Puede que lo Último sea el Tiempo.

-Simplicios: U otra entidad que a la que aún no hemos accedido.

-Sagredi: O quizás Nada es lo Último, no nos toparemos jamás con la cosa-en-sí misma, porque no hay tal.

-Simplicios: ¡Vaya pesimismo!

-Salviato: Pero sí que sabemos mucho mucho más que los Presocráticos, aunque no estemos aún en la meta: una predicción conlleva explicación en muchos sentidos. Y con ellas conseguimos extraer recursos de la Naturaleza, en forma de progreso económico.

-Simplicios: Esto es, explotación de la Madre Naturaleza, unida a la de los otros humanos. Mi posición ya la conocéis de sobra …, todo eso de campos, entrelazamiento, El Gato, discontinuidad o no etc. etc. son aspectos secundarios, accidentales. La Realidad es la Materia y sus transformaciones; la Verdad es la explotación de los hombres por una clase dominante (y odiosa). Esto es la esencia de la Historia, y del cosmos.

-Sagredi: He ahí juna teoría omnicomprensiva ciertamente, que no requiere para su fundamentación de cuántica, ni relatividad, ni espacio ni tiempo. Y desde luego, desde su perspectiva, poseedora de una ingente capacidad explicativa.

-Salviato: Si me pongo en plan cínico podría resumir todo este coloquio con una variación de una famosa frase de Marx: Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la ignorancia.

-Simplicios: Eso no es de Marx.

-Salviato: Sí, sí lo es, aunque no de Karl.

-Simplicios: ¡Capito!

-Salviato: En fin, voy (o vuelvo) a lo de que aquel profesor: si no sabes de un tema, ponte a dar clases de ello a tus alumnos. Puesto que los físicos llevan siglos intentando aclarar eso de la acción-a-distancia, sin éxito, hay un grupo que decide que no es preciso hacerlo; así se transmuta (como entrelazamiento) en un primer principio, y lo que debemos dilucidar es qué es el espacio.

-Simplicios: Cuando se supone que ello lo entendemos muy muy bien, al igual que el tiempo.

-Sagredi: Respecto al segundo recuerda la declaración de San Agustín …

-Simplicios. Certo!

-Salviato: Por mi lado ya estáis al tanto de mi postura.

-Simplicios: Refréscanosla.

-Salviato: Un modo de, quizás, desembrollar algo esto residiría en la distinción entre dos usos del término “espacio”. En uno es lisa y llanamente (o curvamente) la constitución física del cosmos, cómo está hecho y cómo las masas se comportan en él. Aquí “espacio” equivaldría a la realidad física en la que está todo. Pero “espacio” también puede denotar la forma en la que el ser humano percibe los objetos físicos, situándolos dentro de un “recinto”; en tal caso no trataríamos de una substancia, sino del procedimiento por el cual nuestros sentidos perciben la realidad externa. La misma función tendría el tiempo.

-Sagredi: Desde luego lo que manifiestas tiene evidentes resonancias con el Regiomontano, al que mucho admiras.

-Salviato: Sin duda, sin duda. Estoy pensando en algo como la forma “a priori” de la sensibilidad externa.

-Simplicios: Los cosmólogos y cuánticos no se ocupan de eso: no hace psicología, ni fisiología, sino que su meta es elucidar Lo Que Hay.

-Sagredi: Puede que en ese doble uso del vocablo esté una de las claves del embrollo. En fin, me pongo socrático aquí.

-Salviato: Yo también, porque carezco del saber científico de nuestro amigo El Pisano.

-Simplicios: Otro asunto que hemos de consultarle.

-Salviato: Por seguir revolviendo el cotarro …

-Simplicios: ¡Estás con ganas de enredar hoy!

-Salviato: ¡Pues sí! ¡Al lío, otra vez! Los científicos llevan siglos devanándose los sesos en torno a esa misteriosa acción-a distancia; y ante el fracaso (¡voy a ser sarcástico!) lo convierten, en forma de entrelazamiento, en una especie de primer principio. Como tal, no es preciso justificarlo; esto último ha de hacerse con la distancia, con el espacio; siendo así que éste siempre se había considerado intuitivo, básico para nuestra forma de captar el mundo.

-Simplicios: Pero tú mismo has sugerido que hay dos “usos” de espacio.

-Salviato: Giusto! De este resulta que lo más manifiesto se transmuta en el definiendum, y lo más inasequible (fantasmagórico) en el definiens; ahora lo segundo se nos presenta como lo Inmediato, lo primero y evidente.

-Simplicios: Me temo que hoy para comer me voy a tomar una tortilla de aspirinas, y como acompañamiento una ensalada de pastillas de paracetamol …

-Sagredi: … Las más altas cotas de la ignorancia. ¡Es que hay ni sabemos qué sabemos! ¡Qué Vértigo!, ¡ni Hitchcock! El bueno de D. Isaac, y muchos colegas, próximos a un ataque de nervios almodovariano por su impotencia ante el reto de cómo un cuerpo “afecta” instantánea (gravitatoriamente) a otro a millones de kilómetros …, y hoy ciertos seguidores suyos nos proponen la hipótesis de que ello es básico. Lo que no lo es, es “distancia”: ¡toma del frasco Carrasco!

-Simplicios: ¿Te refieres al Bachiller Carrasco, quijotesco?

-Salviato: Me refiero a todo quisqui, a todo hijo de vecino, a todo paisano, a todo contribuyente (o defraudador de hacienda) …, a cualquier tío al que le gusta pensar un poco. Y a este menda ciertos teóricos le proponen que no entiende bien qué es distancia entre dos objetos, que no capta correctamente que es el espacio donde está.

-Sagredi: El espacio donde ésta es un constructo de su mente, para orientarse en el mundo entorno, para no encontrarse en un caos de impresiones sensoriales, según Kant.

-Salviato: Bien apuntado. Y para tocar ahora otro punto de larguísima tradición polémica ...

-Simplicios: ¡Ay mi pobre cabeza!

-Salviato: ¡Je, je, je! Pues sí, una pincelada más (esperemos que de Velázquez) al determinismo laplaciano. Mucho se ha escrito sobre la muerte de éste con la cuántica, disciplina de probabilidades.

-Sagredi: Afirmación no mantenida por todo quisqui …

-Salviato: Corretto! ¡A ello me encamino! Si la función de onda es única, para todo el universo (lo cual es la raíz del, entrelazamiento), y si la cuántica es la teoría más más completa para describir tanto los microscópico como lo macroscópico …

-Simplicios: Quizás en el futuro encontremos otra mejor, como soñaba Herr Einstein …

-Sagredi: Lo cual no ha sido descartado en absoluto …

-Salviato: Esatto! Como iba diciendo …

-Sagredi: ¿Fray Luis de León?

-Simplicios: Scherzo!

-Salviato: Como decíamos ayer, ¡je, je! … Si la cuántica es lo mejor con que contamos para la Teoría del Todo, una cierta “interpretación” para acabar con El Gato y el probabilismo hay. La superposición de Gato vivo/muerto se quiebra cuando se ejecuta (no a El Gato) una medición, y la hay colapso de la función de onda. Si es que hay una sola Ecuación para el Universo, todo estaría determinado, incluyendo esos “colapsos” …

-Simplicios: Cristo Santo!, creo barruntar hacia dónde vas, mi inquisitivo colega …

-Salviato: Lo has “cazado” sin duda. Una cuántica como teoría omniexplicativa, con una una sola ecuación, establecería un determinismo absoluto, ¡el Gran Pum! De tal manera que todos esos millones experimentos, “colapsantes”, realizados (y por realizar) en miles de laboratorios del planeta (o del cosmos), estarían ya especificados desde el Principio: la física los contiene, como consecuencia de sus matemáticas.

-Simplicios: ¡Hablar en serio, paisano!

-Salviato: Yo no asevero nada sólo os transmito una suposición más, del mundo físico-matemático.

-Sagredi: ¿Pero estás seguro, mi querido compadre, de haber interpretado bien la “interpretación”?

-Salviato: No estoy seguro en absoluto, en estas cuestiones científicas tan complejas; ni siquiera distingo una interpretación de un programa de investigación diferente, o de una pura suposición.

-Simplicios: Es que ese ”todo está escrito desde el Gran Pum” me resulta, me parece …, ¡ni lo sé!

-Sagredi: Estimado contertulio, no nos enfrentamos a una cosmovisión tan “rara”; aparte de Laplace ahí se encuentra p.ej. el Optimismo de Leibniz, donde todo evento en el mundo ocurre por una razón suficiente.

-Simplicios: ¡Ciertamente Optimismo!, porque ¿qué tipo alegaría que existe causa procedente para todos los abusos y explotaciones (no dinamiteras) cometidas por las clases dominantes, culminan hoy en la opresión de los proletarios, amontonados en factorías malolientes y hacinados en viviendas (¡por utilizar un término de la lengua!) insalubres.

-Sagredi: Conocemos tu postura ideológica …

-Salviato: Esa perspectiva de la cuántica una vez más nos elimina el Reino de los Fines, el Universo de la Libertad.

-Sagredi: Vamos, que no hay responsabilidad moral de tus actos, buenos, malos o regulares, ¡se esfuma la ética!

-Sagredi: ¡Me niego a aceptarlo!

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