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SERES (SOCIALES), PENSARES (GENERALES), TERTULIAS Y DANA

  • gonzalojesuscasano
  • 10 nov 2024
  • 6 Min. de lectura

SERES (SOCIALES), PENSARES (GENERALES), TERTULIAS Y DANA

 

“El ser social determina la conciencia”, esta frase de El Treviriano me persigue desde los tiempos (lejanos, ¡ay!) de la Universidad; es más, la he utilizado ampliamente al escribir. Les aviso por tanto que aquí voy a proseguir en ese sendero de recurrir a términos/expresiones/nociones ya usuales en mí. En fin, el leit motiv, que asimismo me es habitual, es el del Cohelet.

Pues sí, en estos tiempos recios, políticos y de inundaciones, nos surge otra vez a muchos la famosa frase de Marx: tal eres (socio-económicamente), tal piensas/argumentas, ¡y votas! Una vez más, aquello de: Somoza es un hijo de puta, pero es NUESTRO hijo de puta. Si un paisano es, o aspira a ser, empresario/empresario, votará siempre al HUNO, sin importar lo que diga, haga, mienta, estafe, atropelle, manipule, aplasta, defraude …; es igual, es el NUESTRO, y defiende mis intereses económicos; si ha matado a su padre y yacido con su madre, ¡me es “inverosímil”; ello será un problema (cuestionamiento) para Edipo o Segismundo (el de los sueños, no calderonianos). A mí lo que me importa es obtener ventajas económicas y punto, final, de línea, de párrafo, de texto, ¡y de argumento! Igual razona el Hotro, si es partidario Repartir la riqueza/subvenciones.

Ni el corazón, no el bajo vientre, el motor/causa de la conducta humana es la pasta, el vil metal, la economía. Evidentemente esta posición intelectual/filosófica (que no es tal, sino crematística) es definitoria de los lobos hobbesianos, y opuesta p.ej. a la fraternidad universal del cristianismo, y de muchas (¿todas?) de las grandes religiones (y de lkas pequeñas. En fin, volvemos al viejo tema de la negación del Buen Salvaje.

Ergo, la motivación esencial del ser humano es el interés propio, el amor a sí mismo, tema muy tratado ya hace siglos por los filósofos; en defensa de sus conveniencias el Ser Humano “fabrica” todo un aparato intelectual, esto es, ideario/ideología/ideas & creencias/cosmovisión/teoría omniexplicativa/representación omnicomprensiva …, o como Vds. quieren llamarlo; con ello justifica su conducta egoísta, y la de los individuos (políticos, reformadores, estadistas) que la defienden, los SUYOS. Pues sí, verdaderamente una perspectiva sobre nuestro género muy oscura, pesimista: Yo soy yo y mis intereses (nunca altruistas).

Nuevamente me acude al magín El Treveriano, y su interpretación de la ideología (visión del mundo), como falsa conciencia, esto es Máscara que, dotando al pensamiento de una supuesta estructura racional & explicativa, lo que esconde es el Egoísmo: Mi conveniencia.  El Hombre es el Ser que necesita explicar/justificar (casi siempre con nociones de generosidad) sus acciones (siempre egocéntricas). ¡Cielos!, ¡qué visión más tétrica de la vida (social) humana!, y se la debemos de nuevo a Marx. He de requeteremachar que yo no soy marxista, en todo caso marxciano (de Groucho), pero reconozco debidamente los méritos en los análisis de El Treveriano.

¿Y qué pintan en este panorama (nada “solador”) todos esos intelectuales, ideólogos, politólogos, eruditos, hombres de ideas, creadores de pensamiento etc. etc. Pues si seguimos a Marx, y no sólo a él (vistos nuestros tiempos recios), son únicamente productores de Ideologías-Máscaras, ese barniz conceptual/argumentativo con el que cubrimos (como phainomenon) la Cosa-en-sí misma, la auténtica Realidad; ésta no es otra que mis intereses, i.e. primero Yo, segundo Yo, posteriormente Yo, y finalmente Yo. Y junto a Yo, todos aquello bípedos implumes que apoyan Mi conveniencia, sean políticos, filósofos, sociólogos, economistas, artistas, o amigos de la familia; si consiguen construir un relato (Visión del mundo, conceptual) que me Sirva (a mi estómago), ¡bienvenidos (y bien pagados, con dinero y/o votos)!

¡Glub!, ¡uf!, ¡ay! (icono de espanto y rechinar de dientes). Pura visión lupina/hobbesiana; ¡que espero que sea, por Dios, una conjetura falsa y refutada! Pero, pero, muchos vecinos la mantienen, ya saben: nadie hace nada por nada.

Momento de volver de nuevo a eso tan viejo (a mí me lo contó, de niño, mi difunto padre):

-Si tuvieras dos vacas, ¿darías una para el Pueblo?; -por supuesto. -Si tuvieras dos ovejas, ¿entregarías una para la Comunidad?; -sin duda. -Si tuvieras dos gallinas, ¿donarías una para la colectividad?; (tras silencio sepulcral), ¡es que dos gallinas sí tengo! Pues eso.

¿Entonces, qué pintan en este tinglado (Suposición, insisto) las tertulias, coloquios, debates, intercambios de ideas, diálogos, charlas, foros y demás? ¿No son más que burbujas, barnices, disfraces, pompas de jabón, eso sí, confeccionadas con gran prosapia intelectual?

Bueno, bueno, bueno …, aquí me es necesario distanciarme definitivamente de D. Carlos, y aproximarse a Groucho. Porque claro no todos los constructos conceptuales son phainomenon; el caso más claro, ¡y útil!, es la ciencia experimental moderna, ante todo físico-matemática. Me ahorro toda la perorata (¡mil veces dicha, y oída!) sobre cómo ésta ha transmutado el (nuestro) mundo, lanzándolo, ¡por fin!, a un imparable Progreso. Me voy a centrar en un aspecto más pragmático, en la economía política.

Desde luego no Todos es Apariencia/Máscara, porque ciertamente nuestra ciencia (mecánica cuántica como paradigma) es capaz de predecir (no sé si explicar) los fenómenos naturales, macroscópicos y microscópicos, con más de una decena de decimales de acierto. Pero además de ello, está sí, la economía política. Los intelectuales/paridores de ideas, en este punto los economistas deben construir un modelo de producción de mercancías, bien trabado, eficiente y rentable. Como sabemos nuestros estudiosos (¡no es sólo bla, bla, bla, lo que hacen en las tertulias!) han pergeñado básica y esencialmente dos modelos, a saber, el de economía centralizada, y el de libre empresa. Este último ha triunfado (pregunten a la URSS y a Fukuyama), al manifestarse rotundamente más capaz de producir, mucho y para todos, con costes módicos.

Pues sí, el bla, bla, bla, de debates y coloquios conlleva sin duda Utilidad; para nuestro asunto, que es la Prosperidad, el sistema de Mercado.

Una vez logrado, y demostrado, esto (el Éxito), ¿qué función les queda a los eruditos? Sólo, ahora sí, la de bla, bla, bla, envoltura conceptual para enmascarar los Intereses de los Hunos y de los Hotros. De nuevo tengo que oponerme a D.  Carlos y su ideología-falsa conciencia, cuyo paradigma es la Religión-Opio del Pueblo.

Porque, porque …, los hombres de ideas (que a veces pueden ser hombres de acción) tiene la labor, ¡y obligación!, de evaluar qué políticos & economistas & figuras públicas emplean de verdad esos modelos económicos. Más claro, juzgar si el Huno defiende auténticamente (desinteresadamente) La Mano Invisible de El Buen Escocés, la cual genera beneficios para Todos a la larga …, o sí utiliza, ¡vil explotador!, la cosmovisión del Mercado para promover que los Mucha Pástez tengan todavía más pasta.

Del mismo modo es labor (social, útil) del estudioso (tertuliano a menudo) analizar si el Hotro aplica auténticamente los principios del materialismo histórico, o los ha sustituido por feminismo radical, animalismo, ecologismo extremo, LGTB, woke, o quién sabe qué. Pues sí, los tertulianos, asiduos de debates, intercambiadores de ideas, tienen un rol en nuestra colectividad, esto es, analizar químicamente los Idearios (ante todo económicos), y determinar si son Máscaras o no; no es ínfimo cometido, porque en nuestro pequeño mundo hay muchos tipos que van disfrazados, y otros muchos más que les votan, sabiendo que lo están, ¡y lo hacen por ello!

Como soy muy “cinematográfico”, voy a recurrir a un largometraje también de mis años universitarios, tan bueno como Cadena Perpetua o los de Kramer + Tracy, que me dejó profundamente impresionado en su día. Es, desde luego, Network.

El Gran Jefe/Capitalista conduce a Howard Beale (Peter Finch, merecidísimo Oscar póstumo) al Walhalla (Olimpo diría yo), esto es, la Sala de Juntas de la Compañía. Allí le quita el velo de Maya (la Apariencia) y le desvela (aletheia) qué es Ding-an-sich … No hay naciones, no hay democracia, lo Que Existe son  { IBM, ITT, AT&T, Dupont, Dow, Exxon (Apple, Microsoft, Amazon …, hoy); en sus grandes salas de juntas los soviéticos no tertulian sobre el materialismo histórico, plusvalía, teoría del valor-trabajo, explotación del proletariado …, no, debaten sobre sistemas lineales de producción, teorías estadísticas de decisión, relación coste-beneficios, cálculos de transacciones e inversiones,  y similares. Según Arthur Jensen la Realidad-en-sí es un gigantesco entramado (¿network?) de corporaciones, de empresas persiguiendo dividendos en el sistema global (¿network?) de intercambios; este tipo de proceder incluye desde luego a los comunistas; y sigue El Gran Capitalista, nuestra sociedad ha sido un Negocio desde que el homínido salió del fango (asunto muy actual en Carpetovetonia hoy, por la política y la DANA).

¡Menos lobos (hobbesianos) Caperucita/Jensen!, me atrevo a puntualizar, ante el espléndido Paddy Chayevsky (casi tan bueno como Aaron Sorkin). Porque, porque tras el fango primigenio del primer homínido el modelo de pensamiento predominante no fue, en absoluto, el científico/economicista, propio de la revolución científica e industrial; no, no y no, fue el paradigma mítico-religioso. El primer homínido pretendió ante todo entender el cosmos por medio de seres/fuerzas suprahumanas, todopoderosas (o casi); sólo mucho después se impuso la cosmovisión consistente en las ganancias en el Mercado.

Ciertamente, Arthur Jensen, en 1.976, está diagnosticando la omnipresencia de la mentalidad economicista/material (no espiritual) definitoria del Capitalismo; sí, afirmo que vaticina ya la victoria de este último frente a la economía centralizada. Espléndido guión sí.  

Bien, bien, volviendo a los tertulianos …, éstos sí tienen una función relevante en la Colectividad, la de desenmascarar a quienes emplean Ideologías-Disfraces, sean políticos o sus votantes/clientes. Y sí, en cierto modo eso es lo que ejercita Arthur Jensen: le quita la venda de los ojos (phainomena, máscaras) a Howard Beale, y le desvela Lo Que Hay; éste exclama: ¡Creo que he visto el rostro de Dios!

 

 

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